Una entrevista (diferente) a Atención Tsunami
Si alguien me parara por la calle y me preguntara cuál es mi grupo español favorito de la actualidad, contestaría sin dudarlo: "Atención Tsunami".
Seré breve: Core (Raso, 2024) es el nuevo disco de Atención Tsunami y es también el disco español que más voy a escuchar este año. En abril de 2019, justo un mes después de editar su anterior LP, Vltra (Records del Mundo), me convertí en su manager, en un extraño caso de artista que decide quién quiere que le represente y no al revés. Álvaro, Miguel, Choco, Aarón y Dave pensaron que yo era la persona adecuada para ayudarles a subir al siguiente nivel y no pude negarme. Por desgracia, sólo once meses después de aquello la industria de la música se puso en pausa –y más tarde acabó cambiando para siempre– por culpa de la Pandemia Mundial®, de modo que nunca sabremos si yo estaba destinado a esa gloria. Aunque, bien pensado, esa misma situación impidió que me diera tiempo a decepcionarles. Quizás por eso mantenemos un grupo de whatsapp entre los seis, casi como la única prueba de que aquello ocurrió y no salió mal.
1. LETRAS: Siempre que me siento a escuchar algo nuevo de Atención Tsunami no busco una canción que me haga mover el cuerpo, sino que concentro toda mi atención en las letras, en busca de esa rima mágica, de ese giro inesperado, de ese momento brillante de lucidez que hace que merezca la pena todo el disco. Con el paso de los días, ese verso excepcional va posándose y permite que me fije en otros versos que habían quedado eclipsados en las primeras escuchas. Reconozco que sólo hago esto con artistas importantes en mi vida (Ani Difranco, Yoni Wolf, As Friends Rust, Mucho Muchacho, Jason Molina, Kae Tempest); artistas que sé que me van a permitir crear imágenes nuevas con las que podré convivir de ahí en adelante. La pregunta es doble: ¿Las letras son un asunto discutible y opinable dentro del funcionamiento del grupo, en el momento en que estáis construyendo la canción o, por el contrario –como pasa en The Secret Society– hay una persona única encargada de esa misión? Y la otra pregunta es: ¿Cuáles son las/los artistas que más os han impactado, cercanos o lejanos, a nivel de letras?
Creo que como artista o letrista contar con una atención por parte del oyente como la que describes y lograr generar una imagen compartida en otra mente, que resuene ahí dentro de algún modo, es lo máximo a lo que puedes aspirar, así que yo me siento feliz de leer lo que dices (y algo abrumado de que nos metas en el saco de algunas de las que citas). Quitando el primer disco de AT, donde aún éramos un grupo con dos cantantes y Miguel y yo nos repartíamos esa parte, en los demás discos me he encargado yo de las letras. El resto del grupo siempre me ha dado libertad absoluta y —te diría que casi tanto o más importante— siempre me han transmitido su total confianza, algo importante para una persona insegura como yo (aunque tenga también posicionamientos estéticos muy fuertes en algunas cosas). Dentro de esa libertad, Miguel es también un apoyo interno importante a la hora de dirimir dudas y pulir cosas para cerrar las letras.
Sobre artistas que nos hayan impactado en el tema letras… si hablo por mí y pienso en «impactos» más que en «influencias», recuerdo el choque temprano que supuso, como para tanta gente, descubrir en la preadolescencia el punk y el rap, dos géneros que mantuvieron a su modo viva y afilada la llama del lenguaje durante los 90, una época, en la que yo crecí, tendente al escapismo, el ensimismamiento y el mimetismo de lo anglosajón. Pero también vengo de ahí y recuerdo traducir con 12 años una por una todas las letras de Nirvana con ayuda de un diccionario Collins y el impacto que supusieron poco después los torrentes verbales extranjeros de Pavement, Fugazi o Rage Against the Machine. Seguramente me sepa de memoria también todas las letras de los tres primeros discos de Los Planetas. El spoken word me ha interesado mucho siempre, desde los primeros experimentos de Corcobado (Mar Otra Vez, 713avo Amor) a Picore, nuestros Enablers patrios (Pete Simonelli sería otra referencia) o el humanismo de Kae Tempest.
Hablando ya del presente (y por seguir conversando del tema letras en general, más allá de influencias) me fascina la renovación de la relación con el lenguaje que creo que ha supuesto la irrupción, por una parte, de lo que ha dado en llamarse trap y músicas urbanas y, por otra, del nuevo movimiento de reconexión con/renovación de los géneros populares/tradicionales (de Arnal a los Cubero, de Cuevas a Le Parody o Les Conches Velasques). También creo que los artistas nacidos en los 90 y dos miles conectan mejor de algún modo con la libertad y la mordacidad lingüística de los 80 (Parálisis Permanente, Golpes Bajos, Derribos Arias) y que todo eso ha pegado un buen meneo a la apatía indie y el cripticismo seudopoético de sus versiones más grandilocuentes, a pesar de los esfuerzos que esa escena lleva tiempo haciendo por reconectarse ella también, creo, con lo «popular». Las primeras mixtapes que cayeron en mis manos de Jarfaiter, Los Pobres, Manoperro o Kinder Malo, me produjeron hace años un choque parecido al punk y el rap en la adolescencia. Me interesa el mix lingüístico de gente como la Chill Maffia o Ben Yart, pero también lo que hace Barry B, y en general esa relación desprejuiciada con el lenguaje, y, al mismo tiempo, más auténtica, más arraigada en el territorio y lo real, algo que creo que C. Tangana y Rosalía han sabido reflejar y traducir a nivel mainstream. Algo más cercano a nuestro estilo, me gustan los distintos enfoques discursivos de muchos grupos del sello Humo (Cuchillo de Fuego, la URSS, Somos la Herencia, Cachito Turulo), el de Kantz en Habitar la Mar, o el que Jorge Navarro tiene en Biznaga. Más próximo aún, estilística y generacionalmente, siempre me ha gustado la honestidad que desprende la vena sentimental de Artur en los Nueva, tú en The Secret Society claro, o cómo aborda lo cotidiano Lucas Bolaño en Estrella Fugaz. Admiro también los territorios inéditos que Daniel Ardura explora en lo lírico en todos sus proyectos (Alado Sincera, Ensaña) y me flipan las canciones y letras a tumba abierta del gran Fajardo. Como resumen de toda esta chapa un poco uncalled for te diría que, en mi modesta opinión, son buenos tiempos para la lírica, sin duda mucho mejores que aquellos en los que yo crecí.
2. DESUBICADOS: Hace muchos años toqué en el hall de entrada de la Madrid Fashion Week mientras la gente pasaba sin detenerse. Lo hice por dinero y por conseguir un par de entradas para mi madre y mi hermana. Hace años que no me acordaba y me he puesto rojo de pensarlo. ¿Cuál es la vez que más desubicados os habéis sentido como grupo y por qué?
Lo primero es que por una madre lo que sea y lo que haga falta, ¡siempre! Bolos marcianos, a patadas. Recuerdo uno en las fiestas de un pueblo de la sierra de Jaén, donde antes que nosotros tocó Joan Colomo y la gente del pueblo empezó a cruzarse con él sin razón alguna. Cuando salimos nosotros el ambiente estaba ya muy caldeadito y recuerdo tocar pensando si al final no acabaríamos todos en el río. Poco faltó.
3. DESASTRE: ¿Cuál es el concierto o la situación más desastrosa que habéis vivido como banda?
Habría para dar y tomar también. Un minitour galego que tuvimos que cancelar antes de empezar porque la furgo nos dejó tirados en mitad de la carretera; PAs de mierda petando a la primera o la segunda canción y sin apaño posible; la poli entrando en la prueba de sonido y prohibiendo la actuación por quejas del vecino antes de empezar después de conducir 500 km…
4. LEJOS: ¿Cuál es el sitio más lejano en el que habéis tocado y qué os llevó hasta allí? ¿Alguna anécdota?
Por kilómetros el más lejano tal vez sea Berlín, pero recuerdo un concierto en un pueblo de Italia, Ispra, donde tocamos en verano, en un prado, en una especie de tráiler-remolque atechado, con el público muy distante, que no terminaba de acercarse. De repente estalló una tormenta del copón, se cortó el sonido y la gente salió escopetada hacia unas carpas. Nosotros nos quedamos atrapados en el escenario mientras caía el aguacero, que impedía cualquier movimiento de equipo. Mirando caer el agua, esperando a que escampara, allí encaramados. Solos. Fue absurdo, cómico y poético a la vez.
5. RISAS: ¿Cuál es el momento más gracioso que habéis vivido como grupo?
Buff, complicado también escoger uno. Una anécdota bastante legendaria es la de cuando tocamos por primera vez en el Canela Party. Antonio pagó a Aarón a las tantas de la mañana y solo se les había ocurrido, ciegos ya como estaban, meter la pasta en un tupper. Al día siguiente ninguno sabía dónde estaba la pasta ni qué habían hecho exactamente con ella. Apareció más de un año después. Estábamos ensayando en el local con otros amigos, preparando unas canciones para la boda de un colega y de repente Aarón alzó un tupper que había encontrado en un maletín, como si fuera la Copa de Europa. Los sunamis empezamos a gritar como posesos. Aarón lo abrió y empezó a tirar billis al aire. El resto de la peña no entendía nada. ¡Apareció! Eso sí, algo se habría devaluado con el IPC…
6. LO MÁS PELIGROSO: ¿Cuál ha sido la situación más peligrosa que habéis sufrido como banda?
Quitando la del pueblo aquel en Jaén, cuando una célebre discográfica indie nos tiró los trastos (risas)
7. ROBOS: No sé si estoy tocando aquí un tema sensible pero, si no recuerdo mal, os robaron algunas cosas en el garaje de vuestro local de ensayo. ¿Qué pasó? ¿Recuperasteis algo?
Un momento de descuido fatal. Aarón se quedó solo en el garaje del local, descargando, mientras el resto gestionábamos llaves y subíamos otra parte del equipo y un par de hijosdeputa (estamos seguros de que eran dos tras rebobinar película mental de la jugada) se llevaron sin que se diera cuenta dos maletas llenas de pedales y equipo, sobre todo material de Choco y Dave (guitarristas). Mucha, mucha pasta dentro. Nunca logramos recuperar nada.
8. DIFICULTADES: Creo que sois el grupo en activo no profesional que más difícil lo tiene para ensayar. ¿Dónde vivís cada uno y cómo os organizáis para seguir estirando Atención Tsunami un poco más en el tiempo?
Choco vive en La Haya y yo (Álvaro) en Barcelona. El resto, de momento, en Madrid. Organizarse para ensayar y tocar es, literalmente, un encaje de bolillos. Y una fundida de pasta, claro. Pero el compromiso y las ganas siguen estando y lo asombroso es que los cinco seguimos dispuestos a hacer los malabares y esfuerzos necesarios para mantener el proyecto con vida. Nos sigue compensando, por milagroso que parezca, y ahora que nuestras vidas se han dispersado tanto geográficamente, el grupo también es una buena excusa para juntarnos. Nos echamos de menos.
9. LO QUE VA MAL: En vuestra opinión, ¿qué tres cosas necesitan cambiar y revisarse dentro de la escena independiente española donde os movéis?
Creo que nos costaría mucho identificar qué es exactamente la «escena independiente española». Lo primero es reconocer que la relación con la escucha/consumo individual de música y, sobre todo, en directo ha cambiado mucho en la última década y nosotros somos ya unos dinosaurios. Partiendo de eso, siempre hay al menos dos niveles marcados por las diferentes aspiraciones y filosofías de los grupos. Nos gustaría creer que siempre existirá un circuito subterráneo vinculado al DIY o el Do It Together, animado por el amor al arte, las ganas de hacer cosas por el placer de hacerlas y el espíritu comunitario sin ánimo de lucro (siempre que exista un relevo generacional, claro, como el que La Faena necesita ahora en Madrid, por ejemplo). Por encima de eso, para los artistas que aspiren a llegar a más gente y a algo más que a cubrir gastos, siempre existirá una suerte de limbo borroso y aspiracional condenado al precariado mientras no haya tal vez una alianza más sólida y pensada entre pequeños promotores y colectivos y salas y públicos, para tejer alianzas entre los territorios y reconstruir un circuito ya de por sí precario que el agujero negro de los macrofestivales ha terminado de arrasar. Nosotros pudimos disfrutar y apoyar como público en la veintena algunas cosas así (o ver a grupos justo antes de que explotaran en salas pequeñas, algo cada vez más complicad) y tratamos luego de poner nuestro granito con nuestro sello autogestionado y con el minifesti anual que organizábamos, aunque nunca hemos estado adscritos a una escena en particular. Otro aspecto obvio es el de la des-masculinización a todos los niveles que necesitaba la escena musical, pero creo que ahí el cambio es notable y esperanzador en los últimos años. Basta con darse un paseo por locales de ensayo y ver carteles y salas. Y qué falta hacía.
10. LO QUE MÁS OS GUSTA: ¿Cuál es vuestra canción favorita de Atención Tsunami y por qué?
Miguel: Con todas nuestras fuerzas (Core). Por todo. Su letra, una de las hechas en el estudio, creo que es, junto con la de Fahrenheit, la mejor que ha escrito Álvaro nunca. Siempre me pone los pelos de punta ese arranque: “La tormenta se alejaba al fondo/ aún hoy creo que ahuyentada por tu carcajada”. También por cómo fue el proceso. Partimos de una demo de Álvaro, que primero desnudamos y trabajamos en varios ensayos de guitarra, batería y bajo, Dave, Aarón y yo (que por cierto están grabados y me flipan). A la estructura inicial 1-2-3 le añadimos la salida final en un momento de inspiración en el local estando los cinco sin saber aún el grito que le iba a caer encima. Finalmente volvimos a abrigarla con capas de guitarra en una Mina a 40°C. Allí Raúl pulió al microdetalle cada uno de los arreglos (la sesión de bataca, por ejemplo, fue realmente épica) consiguiendo ese mosaico donde cada fraseo ocupa con precisión los huecos que deja el resto de instrumentos. Además nos propuso un cambio de tono y subirla fue crucial para que entrase más luz en nuestra puesta de sol y vaya si entró. La guinda fue esa toma de voz mágica de Álvaro que a él no le convencía e intentó regrabar, cuestión ésta que casi acaba con mi salud, porque amo esa toma. Y por el grito final, claro.
Dave: Mi favorita diría que sigue siendo Poniente (Silencio en la retaguardia), me parece muy redonda, muy sentida y un tótem en directo.
Aarón: Monumentales maracas (corte sorpresa al final de Que le corten la cabeza), por cómo surgió, improvisando con amigos a las tantas una noche que montamos el equipo en una fiesta en el campo, cerca de Canals. Creo que conseguimos que el espíritu de celebración de esa noche legendaria se trasladara luego siempre a los sitios donde sonó y tengo muchos recuerdos del público bailando, mezclado con nosotros, y de Choco volando por los aires.
Choco: Diría que Poniente, porque tengo la sensación de que fue la primera vez que nos permitimos abrazar lo que nos funciona de forma completamente natural, sin necesidad de artificios y capas infinitas, y porque posiblemente abrió el camino para que en 2024 nos saliera un disco como Core.
Álvaro: No tengo favorita y ahora estoy a tope con las del último disco, pero por coger una antigua de entre las que más cariño tengo, diría Poniente. La letra me gusta mucho, creo que quedó poética, honesta y sentida, y que musicalmente conseguimos algo interesante entre complejidad rítmica y melodía, entre matemática y emo.
11. LA QUE MENOS OS GUSTA: ¿Cuál es la canción de Atención Tsunami que menos os gusta y por qué?
Miguel: Técnicamente sí (El lejano oyente), porque creo que con esa canción nos dejamos llevar más por la corriente del momento que por transmitir algo genuinamente nuestro.
Dave: No hay ninguna a la que le tenga tirria, pero si tuviera que escoger, quizá El algoritmo de la noche (Silencio en la retaguardia), porque creo que no encajaba en el disco a nivel de sonido y composición y porque nunca acabó de funcionar del todo en directo, nunca entró bien en ninguna parte del setlist y nunca nos salió perfecta.
Aarón: No odio ninguna, pero por elegir una, Silencio en la retaguardia (Silencio en la retaguardia), no la entendí en su momento y no me encajó musicalmente en el disco al que da nombre.
Álvaro: Por escoger alguna, y con más cariño que acritud, pondría una que se llamaba Chábacan Sooo! (El lejano oyente), que era un despropósito y un batiburrillo y escuchada hoy refleja bien el cacao que teníamos de aquella, después de abandonar el post-rock para hacer no se sabía todavía muy bien qué (risas).
12. ¿Os arrepentís de algo que hayáis hecho con Atención Tsunami?
Una vez, muy al principio, teníamos pasta de un premio de un concurso de jóvenes nosequé que había ganado Dave y con lo que nos quedó después de grabar y montar el sello, apoquinamos a una agencia de medios para que nos echara un cable con la promo. Tras dos décadas de militancia en el DIY nos da mucha vergüencita recordar aquello.
Escucha y compra Core (Raso, 2024) aquí. Incluir este link no forma parte de ninguna campaña de promoción pagada ni de ningún acuerdo con la banda o el sello. Lo pongo porque quiero. Ojalá vendan muchos.
Una banda bastante infravalorada y que me parece de lo mejorcito del estado, tanto por su música como su directo. No sabía que vivían en distintas ciudades, vaya mérito tiene llevar una banda en esas circunstancias. Ahora me alegro, más si cabe, de haberlos podido ver en mi ciudad y haberles apoyado comprando el vinilo de Core.