Suena Fuerte se reactiva en 2024
Cambiando Hamburgo por Madrid y el planteamiento inicial, es el momento de volver a ponerse manos a la obra con la misma intención: hacer cosas que me gustan.
Arte + diversión + desacuerdo. Esto último de “desacuerdo” es para describir cómo me he sentido siempre de cara al mundo. Estoy en desacuerdo con tantas cosas que suceden en el mundo que ese sentimiento ha maleado mi forma de enfrentarme a él a todos los niveles: como hombre, como ciudadano, como trabajador, como padre, como amigo o como artista.
Hablaba con Jorge aka Tórtel esta mañana de la importancia de hacer las cosas, sea para pocas personas o para miles. Jorge y yo nos conocemos desde hace muchos años, casi veinte. No nos unió la música al principio, pero la música nos ha permitido la amistad y la ha mantenido en el tiempo, como un pegamento. Cuando co-fundé Gran Derby Records en 2010 sabía que acabaría sacándole un disco en algún momento. Fue una pena abandonar el sello justo antes de que eso se produjese. Como suponía, aquello no acabó del todo bien con los que se quedaron: las curvas de expectativas y posibilidades reales no acabaron de tocarse en ningún punto y ya sabemos qué pasa cuando eso sucede.
JORGE Y YO LA ÚLTIMA VEZ QUE NOS VIMOS. (ELECTR·O·PURA, VALENCIA, 26.06.2021)
Jorge y yo hemos hablado mucho de la industria de la música en todo este tiempo. De mánagers impresentables, de esperanzas, de canciones bonitas, de grupos cuyo éxito nos es incomprensible. Siempre que hablamos planeamos hacer cosas juntos que puede que no hagamos nunca y así se refuerza un poco más esa amistad. Hoy le propuse sacar su próximo disco. Y esto sí lo vamos a hacer.
¿Por qué reactivar Suena Fuerte otra vez después de dos años de vacío? Porque hay que hacer cosas, aunque sean pequeñas. La industria de la música de hoy no se parece en nada a lo que era cuando empecé a escribir un fanzine y monté mi distribuidora de discos de hardcore cuando todavía vivía con mis padres. Hablamos de 1998, hace muchas vidas. Tampoco yo soy el mismo con veinte años que ahora con cuarenta y cinco. Los factores que entran en juego son otros y mi única ambición es sacar discos de amigos sin poner en riesgo la economía familiar. Tampoco vamos a crearnos falsas expectativas porque tanto los artistas con los que voy a tener el placer de trabajar como yo sabemos que el éxito ya no va a llegar y, eliminada esta presión tan capitalista, lo único que queda es lo importante: el arte. Voy a sacar discos para tener algo que hacer y de lo que hablar con mis amigos, ahora que vivo lejos. Discos como excusa para verse, para moverse, para pensar, para volver a escuchar otros discos. Para abrirse una botella de vino y brindar por haberlo hecho. Ni tan siquiera estarán en las tiendas: los tendremos a la venta en nuestros Bandcamp o donde sea y los haremos llegar por correo. También esta es una buena excusa para ir a la sucursal de Deutsche Post que está a la vuelta de mi casa donde no hablan una sola palabra de inglés y tienen prohibido por contrato sonreír al cliente. Lo único que no fabricaremos serán vinilos. Siento si esto te decepciona, pero vamos a hablar en serio del tema: hay que pinchar la burbuja del vinilo de una vez y hay que empezar por algún sitio. Los precios de fabricación de este formato no paran de subir cada año, igual que los gastos de envío. Un sello como Suena Fuerte no puede pretender vender doscientas copias a más de 25€ de ninguno de los artistas que saque porque no vamos a tener el músculo para la promoción y comunicación necesario para que eso suceda, ni los artistas van a tocar por toda España ni en todos los festivales, que es lo que tendría que pasar para agotar una tirada de esas características. Este es el epicentro del nuevo planteamiento: no tirar el dinero. Me gustan los vinilos como a la que más, pero yo no voy a pelear esa guerra ni un minuto. Todavía tengo más de cien copias en un trastero de Madrid del último disco de The Secret Society. Es un gasto económico y medioambiental inasumible. Sin embargo, sí vamos a editar en CD y en cassette y esa será la manera que tendrás de apoyar el proyecto si quieres hacerlo: gastándote 10€ en algo bonito –me refiero a copias numeradas a mano, packaging en cartón, papel con tamaños diferentes y fantasía, no a una caja de plástico transparente. Para eso no reactivo un sello– que no te suponga una merma monetaria ni nos ocupe mucho espacio (a ti tenerlo y a mí almacenarlo). Fabricar cedés y cassettes cuesta, en muchos casos, una décima parte que fabricar un vinilo. Además, los gastos de envío son mucho menores, de manera que yo no estaré obsesionado con recuperar mi inversión porque no la consideraré tal: será un gasto y si recupero algo de dinero, alegría para todos. Esta es la única forma de que Suena Fuerte exista en la actualidad. Por supuesto, si en algún momento tenemos la certeza de que vamos a vender muchos vinilos de algo, fabricaremos vinilos de ese algo. No soy negacionista, soy realista. La gente se gasta 45€ en un LP de un grupo internacional, no 25€ en uno editado por Suena Fuerte. No pasa nada, nuestro juego es otro.
Lo primero que editaremos será el primer disco de Captagon, un proyecto de Ricky, Meta y César, a los que conocerás por haber tocado todos en Nudozurdo y los dos primeros en The Secret Society, Standstill, Doss, Monocero, Egon Soda, etc. El disco lleva terminado desde la pandemia y ya pagamos en su día la grabación, la mezcla y la masterización, así que no hay motivo para no sacarlo. Ayer mismo tuvimos una reunión, míranos:
Por las caras supongo que estaba contando algo gracioso. De eso se trata: de acompañarnos en esto. Somos hombres de mediana edad con muchos frentes abiertos y Suena Fuerte no puede ser un frente más, sino el sitio para reírnos y acompañarnos. Hemos perdido el brillo de la juventud, pero hemos ganado más cosas.
Por supuesto, hay más artistas y proyectos confirmados que iré comunicando cuando llegue el momento. Utilizaré los canales habituales para contar cosas de Suena Fuerte, no crearé ninguno nuevo. Voy a dedicarme a esto en mi tiempo libre y no voy a invertir mi rato de ocio en dar la chapa ni en hacer a nadie responsable de mis fracasos económicos. Insisto en esto porque es verdad: vamos a hacer cosas con valor artístico. El resto, a estas alturas, ya nos da igual.
Ahora, cuéntaselo a quien quieras.