Sábado, 08.06.2024. A las 06:35 AM intuyo que ya no voy a volverme a dormir. Amanece a las cinco menos diez y la luz se cuela como el agua en una presa con grietas. Desayuno, leo, limpio la casa, pongo dos lavadoras, doblo ropa, escucho un podcast, escucho discos, hago una tortilla de patatas, envío unos pedidos, hago la compra, me corto el pelo, y cuando miro el reloj son sólo las 11:45. Por un lado me alegra y por otro me angustia que en esta ciudad los días tengan 36 horas en verano. Voy a la manifestación contra la ultraderecha pero no participo en los discursos. Como la vida es un sistema de contrapesos, después de la concentración me dejo llevar por un extraño deseo de comprar un par de botellas de vino. A las 19:00 salimos en bicicleta desde mi casa a ver a The Smile. Llueve. El concierto es al aire libre. Ver a James Holden en estas condiciones y a la luz del día es un suplicio y nadie muestra demasiado entusiasmo, tampoco él. Cinco minutos antes de que Thom Yorke, Jonny Greenwood y Tom Skinner salgan al escenario, alguien me toca en el hombro: Perdona, ¿eres Pepo Márquez?
Domingo, 09.06.2024. La música sigue siendo una llave maestra que me permite abrir puertas en todos los sitios del mundo. El tipo que me toca en el hombro es Jaime Limousin, al que quizás conozcas por estar detrás de Joe La Reina, acompañar en directo a Tulsa o formar parte de McEnroe. Vive en Donosti. No está solo. Con él vienen su mujer, María, y dos parejas más: Ana y Curro, de Madrid, y Alba y Luis, de Logroño. Éste es primo de Jaime y hoy es su cumpleaños. Están en Hamburgo con la única misión de asistir al concierto de The Smile. Tomo la coincidencia como un guiño a mi propia vida –¿qué hubiera pasado si hubiéramos entrado al recinto por otro acceso o si hubiéramos decidido movernos más hacia el centro?–. Como cada vez que sucede algo así, me golpea un sentimiento profundo de deuda y gratitud, así que les propongo ser su guía y pasamos el domingo visitando mis lugares favoritos. Todo les parece bien, todo les gusta, todo les interesa. Les pido por favor que no hagan promo de Hamburgo, que no quiero que se turistice. Se obra un segundo milagro cuando encontramos mesa para nueve sin reserva previa en Blockbräu, un restaurante tradicional en el puerto. Celebramos todo. Aurora y Tili deciden parar de comer a la mitad y antes de irnos pido una caja para llevarme la comida. Les aviso de que esa será su cena. Tuercen el gesto. Un rato después, mientras recorremos el túnel que da al otro lado de Sternschanze, deposito con cuidado la caja con el pescado y la guarnición junto a un hombre que duerme encima de sus pertenencias. Aurora me observa y, unos metros más tarde, rompe el silencio con su voz perfecta: Pero Papi, ¿y ahora qué vamos a cenar nosotras?
Lunes, 10.06.2024. Pienso en qué hacer con la impresora que compré el viernes pasado, además de imprimir dibujos de Elsa y Anna de Frozen en blanco y negro para que los coloreen las chicas. Se me ocurre que puedo hacer un fanzine. Voy a darle una pensada durante esta semana para ver si tiene sentido que invierta un tiempo que no tengo en hacer algo que no me va a reportar ningún beneficio económico. Si llego a la conclusión de que no tiene el más mínimo sentido, lo haré.
Hacer un fanzine siempre es la mejor decisión! ;)
Hacer por hacer por hacernos felices y sentir "llenitud" interior y satisfacción visual y estética. ¿Qué mejor excusa?